Qué hacer si mi bebé muerde
Las niñas y niños pequeños a veces muerden. Es una conducta que suele alarmarnos mucho a las madres y a los padres, y es comprensible. Que tu hijo se lleve un mordisco puede ser preocupante, pero si es tu hijo el que muerde no te preocupas menos. ¿Cómo afrontar esas situaciones? ¿Qué hacer si mi bebé muerde?
Mi hija de 14 meses ha empezado a morder cuando se frustra. Está justo en la edad en la que es más habitual que las niñas y niños empiecen a hacerlo (desde los 14 meses hasta los 3 años aproximadamente). A continuación os voy a contar cómo nos lo tomamos en casa y qué hacemos al respecto.
Desde la Disciplina Positiva lo primero es entender que aún no tienen capacidad para controlar sus impulsos. Cuando se frustran, lo expresan rápidamente y moder es una de las formas en las que pueden hacerlo. Hasta que no cumplen los 3 años su desarrollo del lenguaje y su sistema nervioso no son lo bastante maduros como para que cambien los mordiscos por otras formas de expresión y dejen de hacerlo.
Ahora bien, si tenemos una niña o un niño que muerden no se trata de estarse de brazos cruzados hasta los 3 años.
Cosas que podemos hacer cuando muerden:
- Si muerde a alguna niña o niño, sepáralos rápidamente con firmeza y cariño para evitar que siga haciéndolo. No le juzgues. Lo está haciendo lo mejor que sabe. Tampoco le sermonees. Un «no se muerde» es más que suficiente si te apetece decirle algo, pero no es imprescindible.
- Involucra al mordedor y al mordido en la curación de la herida física, si es posible según la edad y el contexto.
- Cura la herida emocional. Muestra compasión por todas o todos los implicados. No solo quien ha recibido el mordisco, sino también por quien ha mordido. Ninguna/o de los dos se siente bien en ese momento y ambas/os necesitan saberse queridos.
- Derivado del paso anterior, no obligues a tu hija o hijo a pedir perdón. Mi hija todavía no es capaz ni de decirlo, pero si pudiera tampoco la obligaría. Lo que hacemos es modelar la disculpa. Dirígete al mordido y dile algo como «he visto que X te ha mordido. Has debido de asustarte mucho y seguro que te ha dolido. Lo siento mucho».
- Por supuesto, discúlpate también ante la madre o el padre del niño mordido en caso de que esté presente, y evita que juzgue a tu hija o hijo.
Fuera del contexto del mordisco también podemos:
- Supervisa y controla su ambiente. Nadie conoce a tu peque como tú. Si identificas cuándo suele morder, anticípate y no le pongas frente a situaciones donde sabes que es probable que lo haga.
- Ofrécele estímulos orales a lo largo del día y cosas seguras que pueda morder. Si su manera de soltar frustración es morder, no es fácil que deje de hacerlo, pero podemos invitarle a hacerlo sin dañar a otros.
- En momentos de tranquilidad, refuerza las caricias diciendo cosas como «así se acaricia» mientras modelas la acción enseñándole cómo se hace.
- Si ha cumplido los 3 años y sigue mordiendo, puede ser momento de visitar a un especialista.
Que tu bebé muerda puede ser muy alarmante. Lo sé por experiencia propia. Pero pasará. No le ocurre nada malo. Sencillamente, es inmadura/o. No le prives de juntarse con otras niñas y niños solo por miedo a que muerda o a las malas caras de los demás si sucede. Tampoco podrás evitar el 100% de sus mordiscos y no por eso eres mala madre o mal padre. Tanto tu bebé como tú sois humanos y lo hacéis lo mejor que podéis.
Algún día dejará de morder y querrás poder decirle que tú le sostuviste en todas sus rabietas y frustraciones, incluso cuando no las expresaba adecuadamente. Que le quisiste cuando se adaptaba a las normas sociales y cuando no. Que de verdad, de verdad de la buena, le quisiste incondicionalmente.